Washington, 29 sep (Prensa Latina) La presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, dijo hoy que mantuvo pláticas con funcionarios de la Casa Blanca sobre el paquete de ayuda por la Covid-19, pero las partes aún mantienen criterios divergentes.
En declaraciones a la cadena MSNBC, la legisladora demócrata reiteró su esperanza de que puedan llegar a un acuerdo en los próximos días para paliar al menos de manera parcial los daños que causó la pandemia, que ya provocó más de 210 mil muertos y siete millones 376 mil 580 casos en el país.
Pelosi y el secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, hablaron durante casi una hora este martes, y hay otra conversación programada para el miércoles entre ambos.
Sin embargo, momentos antes, Larry Kudlow, asesor económico principal de la Casa Blanca, rechazó la oferta más reciente de los demócratas de 2,2 billones (millones de millones) de dólares, y advirtió que en realidad la cifra podría subir más de lo anunciado.
No creemos que los números sean correctos, esa es una cantidad muy grande, y hay gastos que no están incluidos, algunos recortes de impuestos que se derogan, por lo que el monto podría alcanzar los 2,6 billones, dijo Kudlow a la cadena CNBC.
Los comentarios son una indicación de cuán separadas permanecen las partes casi ocho semanas después de que se rompió una ronda inicial de negociaciones sobre el tamaño y el alcance del paquete de ayuda, considera un artículo publicado este martes en el diario The Hill.
Pelosi y los demócratas dieron a conocer un proyecto de ley de estímulo de 2,2 billones de dólares el lunes por la noche, con planes tentativos para someterlo a votación antes del fin de semana si un acuerdo con los republicanos no se materializa antes de esa fecha.
En la tarde del 10 de septiembre los senadores rechazaron con una votación de 52-47 la propuesta republicana que preveía asignar 500 mil millones de dólares para paliar la crisis sanitaria, considerada demasiado pequeña por los demócratas ante la gravedad del impacto de la pandemia.
La Cámara Baja tiene pocos días hábiles antes de la fecha programada para salir de Washington, D.C., nuevamente hasta después de las elecciones, para que sus miembros laboren en los respectivos distritos en interés de las campañas proselitistas, según el esquema de trabajo publicado en su página web.